Ella era una estudiante, joven, moderna, utilizaba indumentaria europea, solo utilizaba el rusarí -típico pañuelo en la cabeza- porque así lo manda el régimen a todas las mujeres iraníes.
Amenech trabajaba en una compañía de instrumental médico. Era una triunfadora, con don de gentes que estudiaba Ingeniería Electrónica en la universidad de Teherán. Ella era una mujer guapa, sabía que tenía admiradores y entre ellos estaba Majad, un hombre humilde y rural que trabajaba en un taller de reparación de electrodomésticos y que estudiaba con Amenech. Ella nunca se había fijado en él, no sabía que existía, tenía un aspecto desaliñado, huraño, con actitudes agresivas, estaba acostumbrado a someter bajo su mando a su madre y hermanas.
Se enamoró de Ameneh, y envió a su madre a pedir su mano, ella le negó, pero pese a la negativa, continuó las peticiones de mano y las molestas llamadas al trabajo de Ameneh. «Eres la novia de mis sueños, te tienes que casar conmigo», insistía él. Amenech para que la dejara en paz le mintió, le dijo que estaba comprometida, pero él sabía que no era verdad y se enfadó.
El 3 de noviembre de 2004, Ameneh salió del trabajo y Majad la estaba esperándola y se interpuso en su camino, es sus manos lleva un frasco rojo lleno de ácido que arrojó sobre el rostro de Ameneh, de repente su cara estaba ardiendo y gritaba de dolor, la trasladaron al hospital donde tuvieron que estirparle un ojo, el ácido se lo estaba disolviendo y prácticamente perdería la visión del otro.
Se trasladó a Barcelona donde se ha operado para mejorar las qemaduras de su rostro e intentar recuperar la vista, llegó a mantener durante dos años la visión del 40 por ciento de un ojo, pero una infección por hongos acabó dejándola ciega totalmente.
La joven iraní, tiene miedo y no quiere volver a su país, vive en una habitación de alquiler y se mantiene con 400 euros que le da el gobierno español. Necesita a su familia, pero a su madre no le conceden el visado.
Las leyes iraníes establecen que la mujer vale la mitad de un hombre, por eso Amenh sólo podrá cegar de un ojo a Majad si paga 20.000 euros. El juez ha anunciado su sentencia, que ordena que a Majad se le apliquen 20 gotas de ácido en cada ojo para compensar los dos que perdió Ameneh.
Se aplicará el ojo por ojo.
Se enamoró de Ameneh, y envió a su madre a pedir su mano, ella le negó, pero pese a la negativa, continuó las peticiones de mano y las molestas llamadas al trabajo de Ameneh. «Eres la novia de mis sueños, te tienes que casar conmigo», insistía él. Amenech para que la dejara en paz le mintió, le dijo que estaba comprometida, pero él sabía que no era verdad y se enfadó.
El 3 de noviembre de 2004, Ameneh salió del trabajo y Majad la estaba esperándola y se interpuso en su camino, es sus manos lleva un frasco rojo lleno de ácido que arrojó sobre el rostro de Ameneh, de repente su cara estaba ardiendo y gritaba de dolor, la trasladaron al hospital donde tuvieron que estirparle un ojo, el ácido se lo estaba disolviendo y prácticamente perdería la visión del otro.
Se trasladó a Barcelona donde se ha operado para mejorar las qemaduras de su rostro e intentar recuperar la vista, llegó a mantener durante dos años la visión del 40 por ciento de un ojo, pero una infección por hongos acabó dejándola ciega totalmente.
La joven iraní, tiene miedo y no quiere volver a su país, vive en una habitación de alquiler y se mantiene con 400 euros que le da el gobierno español. Necesita a su familia, pero a su madre no le conceden el visado.
Las leyes iraníes establecen que la mujer vale la mitad de un hombre, por eso Amenh sólo podrá cegar de un ojo a Majad si paga 20.000 euros. El juez ha anunciado su sentencia, que ordena que a Majad se le apliquen 20 gotas de ácido en cada ojo para compensar los dos que perdió Ameneh.
Se aplicará el ojo por ojo.
Amiga si tu quieres en mi blog hay un poema que publiquè la semana pasada, dedicado a aquella foto que recorriò el mundo de la muchaca afgana,y y otro dedicado a Ingrid Betancou, puedes traerlo hasta tu blog, te lo presto con todo gusto. te dejo mis datos pero igual ya tienes mi huella
ResponderEliminarBesos
Lydia Raquel Pistagnesi (Argentina)
L.Pistagnesi@gmail.com
http//Lydia Raquel Pistagnesi blogspot.com
Muchas gracias Lydia, lo uniremos a nuestro blog, siento no haberte contestado antes, este blog nació para una asignatura pero seguiremos adelante con él incluyendo mas noticias e información.
ResponderEliminarUn saludo.